Con el Rallye Golf Vokswagen creaba un deportivo compacto, seguro y exclusivo bajo el pretexto de competir en la máxima categoría del Mundial de Rallyes.

Resulta paradójico que el fabricante que había introducido por vez primera en Europa una culata de 16 válvulas en un automóvil medio no la emplease en su producto bandera (excepción hecha a las 70 unidades del Golf G60 Limited de 210 caballos), aquel que sin embargo disponía de un motor sobrealimentado mediante un compresor G y de tracción a las cuatro ruedas, aunque fuese con una disposición bastante simplificada.

Pudo esto condicionar su vida deportiva, un borrón negro en las líneas escritas por los alemanes, y con ello su presencia en las listas de ventas, donde el Rallye apareció tan sólo entre los años 1989 y 1991. Aquí, tuvo que enfrentarse en su propia casa a la poderosa armada GTI y fuera de ella a todo un mito apellidado Integrale.

Nuestro protagonista, matriculado en los últimos días de 1989, se conserva en un estado mecánico y estético absolutamente excepcional.