Con el Kadett D, la filial alemana del mayor fabricante de automóviles del mundo se acerca a la tracción delantera antes de que acabe la década de los 70.

A pesar del retraso, este cadete resulta ser un alumno aplicado dentro la poderosa armada de los compactos europeos.

Resulta poco menos que imposible emprender un relato pormenorizado de la “saga de los GSi”, y de la gama a la que éstos pertenecen, sin detenernos previamente en el modelo en el cual éstos estaban técnicamente basados: el Opel Kadett D.

Con este modelo (cuarta evolución del Kadett desde su renacer en 1962), Opel se adentra en el campo, ya trillado entonces, de la tracción en el eje delantero. Y a lo hace de manera tardía, ya que marcas como Renault, Fiat o Peugeot habían apostado por esta solución antes de que la década de los 60 llegase a su fin.

Además, este compacto será el responsable de difundir masivamente el nuevo motor OHC con culata de aluminio y taqués hidráulicos presentado tímidamente en el Salón de Ginebra de este mismo año sobre los Ascona y Manta. Esta mecánica (situada en el Kadett en posición transversal) se ofrece entonces con una cilindrada de 1.3 litros (en versiones de 60 y 75 cv).

El cubicaje de este propulsor se verá incrementado (1.6 en 1981, 1.8 en 1982 y 2.0 en 1986) o decrecido (1.2 en 1982) hasta conformar el motor base del fabricante alemán a finales de la década de los 80.

La prensa especializada destaca entonces su “rendimiento increíble, y funcionamiento excepcional, carente de vibraciones y con aparente facilidad para llegar a 7.000 r.p.m.” “¿Un motor-turbina?”, se pregunta Autopista. El propio fabricante indicaba un régimen de crucero constante para este motor de nada menos que 6.600 r.p.m. Toda una declaración de intenciones.

Fuente: Autopista

Por tanto, con el Kadett D, Opel dispone de un vehículo moderno y eficaz con el que competir sin complejos con sus rivales en la nueva década. Fiat/Seat Ritmo, Renault 14, Talbot Horizon, Alfa Romeo Alfasud, los recién llegados Lancia Delta, los nacientes compactos japoneses… y por supuesto el Volkswagen Golf serán los principales adversarios del primer Kadett de tracción delantera.

El Opel Kadett D llega a los concesionarios españoles en abril de 1981, acompañado de los Rekord, Senator y Monza

Por estos dos motivos (primer tracción delantera y moderno motor OHC de 1.3 litros), el joven cadete es un modelo de suma importancia en la historia del gigante germano, de ahí que resulte sorprendente su breve ciclo comercial (cinco años exactos), considerando la favorable acogida de la prensa y en general de los mercados. Como muestra de esta aceptación entre los usuarios europeos, a mediados del año 1984 Opel celebra la fabricación de la unidad 2 millones de la gama D a punto de ser sustituida (contabilizando también su equivalente británico Vauxhall Astra).

Cabe pensar que este apresurado relevo en los mercados pudiera deberse a la presentación, en el Salón de Francfort de 1983, de la segunda generación del Volkswagen Golf, cuando ya se habían producido más de 6 millones de su primer modelo.

Fuente: Autopista

Al poderoso consorcio Volkswagen solo le bastó un lustro para comenzar a forjar el mito del Golf. Tal es así, que durante la presentación del Opel Kadett en el Salón de Francfort de 1979 un alto dirigente de VW, al ser interrogado sobre el nuevo modelo de la marca rival, sentenció:

“Los clientes de Volkswagen podrán estar ahora más satisfechos que nunca al disponer del original en lugar de la copia”.

Este airado ejecutivo estaba en lo cierto ya que desde su aparición el Golf había sido el valor patrón, si bien no era menos cierto que el Kadett disponía por entonces de mayor habitabilidad y maletero y de un motor 1.3 más eficiente que los de su reputado compatriota.

Kadett D GTE

En el Salón de Francfort de 1975 Opel presenta la culminación deportiva de su gama C, sobre la base de su carrocería coupé: el Kadett C GT/E. Este musculoso compacto dispone de un motor 1.9 litros de inyección y supera fácilmente los 180 km/h de velocidad máxima. Pero sus 105 caballos tiran de las ruedas traseras, lo que podría disuadir a miles de europeos convencidos entonces de las bondades de la tracción delantera.

En ese mismo certamen, a escasos metros, el fabricante del coche del pueblo desvela un Golf en traje de deporte, y lo bautiza con tres letras que a partir entonces quedarán labradas en la retina de todos los consumidores del orbe: GTI.

El Golf GTI pronto se convierte en el deportivo de moda, dócil y poderoso en cualquier circunstancia, mientras que el GT/E queda relegado a aquellos conductores que no les importe dejar un rastro de sudor en el asiento intentando emular a Walter Röhrl.

Fuente: Autopista

Con la nueva generación del Kadett D de 1979, Opel dispone de una moderna base técnica con la que poder enfrentarse al Golf GTI. Pero no será hasta mediado el año 1983 cuando presente el Kadett GTE. Esta versión equipa el motor 1.8 de inyección electrónica y 115 cv dado a conocer como primicia mundial en el Ascona en el Salón de París de 1982. El VW Golf GTi contaba desde el verano de 1982 con la misma cilindrada que este nuevo Kadett, pero su primitiva carrocería dibujada por Giugiaro disfrutaría poco más de un año de este reforzado corazón.

El semanario Autopista ensaya el Kadett GTE en octubre de 1983 y en la entradilla se comienza apuntando que:

“De todas las berlinas deportivas pequeñas y medianas de tracción delantera disponibles actualmente en nuestro mercado, el Opel GTE es el que ofrece unas prestaciones puras más brillantes. Por si fuera poco, su comportamiento rutero es impecable y muy seguro, y su robustez, de toda garantía. Pues bien, pese a tan atractivo panorama, no es el coche más divertido de utilizar.”

¿A qué es debido este decepcionante final? Pues fundamentalmente a un desacertado escalonamiento de las relaciones del cambio y a unos desarrollos claramente largos (37 km/h cada 1.000 r.p.m. en 5ª velocidad). Esto hacía que la velocidad máxima del primer GTE se alcanzase en 4ª (186 km/h) a un régimen de más de 6.200 r.p.m y penalizaba claramente sus cifras de recuperación.

Toda una lástima, ya que el motor es tachado de “asombroso por su rendimiento, economía y redondez de funcionamiento”.

No será hasta el salón de Ginebra de marzo de 1984, cuando se disponga de la versión GTE con caja de relación cerrada, que será comercializada en España a partir de abril.

Fuente: Autopista

Ello supone un claro aumento en las cifras de recuperación, ya que a modo de ejemplo, la nueva versión permite el paso de 80 a 120 km/h en 5ª en 14,5 segundos (4,5 segundos menos que antes). La velocidad punta aumenta ligeramente (3 km/h) y ahora se consigue en 5ª velocidad rozando las 6.000 vueltas. Opel había rectificado, pero quizá demasiado tarde.

Lástima que el otro punto negro del modelo, la lenta dirección, siguiese sin tener solución.

Puedes ver la segunda entrega dedicada a los Opel Kadett GSi en la que se presenta la gama E