El Citoën CX nace en 1974 con el difícil cometido de sustituir al DS, el legendario "tiburón", que durante 20 años había sido la cima del fabricante francés.

El nuevo modelo pretendía ser un compendio de la evolución tecnológica que Citroën era capaz de ofrecer en esas dos décadas en materias como aerodinamismo, economía, seguridad o ergonomía. El último proyecto desarrollado por los técnicos de Citroën antes de la llegada de Peugeot, ocurrida prácticamente con la aparición de los CX.

A pesar de sus soluciones originales, derivadas principalmente del uso de la tecnología hidroneumática, con este vehículo Citroën pretendía acceder a un amplio número de clientes en el segmento de las berlinas que superaban entonces los 2 litros. Estas intenciones fueron acogidas favorablemente por la prensa especializada que lo elige "Coche del Año en Europa en 1975".

El Citroën CX 25 Gti Turbo 2 que hoy nos cuenta su propia historia está matriculado en 1987 y pertenece, por tanto, a la "Serie 2" que fue presentada en 1985.

Suposo la cuarta y última evolución de los CX GTi, nacidos en 1977 con el motor de inyección de 2400 cc y 128 cv; coexistió con el 25 GTi de 138 cv, que había sido la primera berlina Citroën que superaba los 200 km/h y reemplazó al GTi Turbo que a partir de 1984 se había comercializado bajo las formas de la primera y segunda serie.

Las críticas que la prensa de la época había dedicado a los elevados consumos del Turbo obligaron a Citroën a añadir un intercambiador de calor a su motor. Nacía así el GTi Turbo 2, que suponía la máxima evolución de una familia de propulsores conocida ya desde mediados de los años 60 en los DS.

Esta exclusiva versión del CX, de la que se comercializaron unas escasas 4.800 unidades entre los años 1986 y 1989, tuvo ante sí el difícil reto de competir con rivales netamente más modernos y sofisticados, a los que el otoñal modelo francés intentó enfrentarse sin complejos.

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