El pasado fin de semana tuvo lugar la Concentración Nacional del Club Dodge España en tierras cántabras. En la cita, organizada por el santanderino José Vicente Rodríguez, pudieron verse juntas y revueltas 24 unidades llegadas de todos los rincones de España.

Bajo el lema "Recuerda lo grandes que son..."  el Cantabria Tour 16 recorrió durante tres días las localidades de Reinosa, Santillana del Mar y Santander. La acertada frase no sólo aludía a la envergadura de los modelos madrileñoamericanos, pretendía poner de manifiesto la importancia de estos vehículos que se situaron durante una docena de años en la cumbre de la oferta nacional.

Los primeros y los últimos: Dodge 65 (izquierda) y un 3700 rediseñado (derecha)

El evento comenzaba la tarde del viernes 29 en Reinosa donde los asistentes eran sorprendidos por lo inoportuno de la nieve. En la mañana del sábado la caravana de dodgeros hizo un alto en la Plaza de España de esta localidad, en la que los aficionados campurrianos pudieron ver expuestos a todos los integrantes de la familia Dodge española. Desde los primeros Dart con más de medio siglo a sus espaldas hasta los últimos 3700 fabricados a partir de 1974, pasando por los modelos del 66 o las reestilizadas versiones 69. No faltaron los Station Wagon.

Un Dodge Station Wagon versión 69

Ese mismo día, tras el almuerzo en el Club de Golf de Nestares, Ramón Roca Maseda, patrono de la Fundación Race, autor de reconocidos libros sobre automoción y amigo muy querido de Documentos del Motor, impartía allí una de sus charlas magistrales. Durante una hora (que pudo saber a poco) el Sr. Roca deleitó a los asistentes con sus vastos conocimientos sobre los más de 15 años de la saga de los Dart/3700, haciendo hincapié en la parte menos conocida de este relato: en sus origenes americanos en 1960 y en las versiones fabricadas en Argentina, antecesoras directas de nuestros 3700 de 1971.

Dodge 3700 Automático, presentado en 1973

Recordemos que desde 1965 los Dodge Dart y 3700 fueron fabricados en la factoría madrileña de Villaverde, levantada con mucho tesón por Eduardo Barreiros, comercializándose (no sólo en España) poco más de 27.000 unidades.

El siguiente punto en la ruta cántabra fue Santillana del Mar en la que los Dodge volvieron a reunirse en torno a la Plaza del Parador, mientras que la mañana del domingo la milésima parte de los Dart y 3700 fabricados en España se dirigió a Santander para copar el patio del Palacio de la Magdalena.

El Dart en su versión para 1966

El Cantabria Tour 16 finalizó el domingo en el Parque de Cabárceno, en el que estos enormes animales de 5 metros demostraron, gracias a los activos miembros de su club, haber evitado el peligro de extinción de nuestras carreteras.

Tas una parada obligada, la familia Dodge ponía rumbo a Sevilla, Badajoz, Ciudad Real, Madrid, Ávila, Lérida, Vizcaya o Vitoria donde los socios del Club Dodge España esperan ya la siguiente concentración.

Todo un éxito el de la organización capitaneada por José Vicente, miembro del club y propietario de un precioso 3700. Y todo un lujo el poder seguir admirando estos fantásticos vehículos conservados tal y como los soñó aquel orensano apellidado Barreiros.

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